sábado, 14 de noviembre de 2009

Solar baldío

Sábado, las calles vacías.
 
Quedan solares baldíos
 
donde antes proyectaba un edificio
 
su sombra.

 

Conocía esta Avenida,

vivía lo que ahora ni responde.



Junto a mí una anciana se aferra a un bouquet

de plástico, 

flores de nylon.

Casi lo que podría ser,

yo en algún vagón de tren,

el mismo que tomé un día en Niza,

y ahora lee los parajes que se supone,

conozca.

 

Puedo regresar tras distraer la vista

estarán allí los restos, inmóviles.

Las paredes se quiebran, se demuelen, se pintan

pero siguen las mismas.



Puedo tener quince y cruzar de mano de ella.

Mamá sigue igual,

el mismo silencio y la misma sonrisa

(quizás mucho más triste). 



Las calles se me esparcen, como vasos rotos

Casi me regaño por dejar caer, 

esto, que como mucho, nunca me perteneció. 

Caminar y permitir que el sol empape la frente, 

rehuirle a las miradas de los carros, 

todo mentira porque no están,

ni los ojos para huirle,

ni la sed de mundo. 


viernes, 13 de noviembre de 2009

Recintos conocidos

Transitar en silencio es tan difícil. 

Por ello, de niños, creímos en la invisibilidad.


No resulta imposible.

Es cuestión de encajar en algún paraje,

encajar como piezas de bloque.


Es de tarde y estos días anochece temprano;

los viejos se guardan en sus casas. 


Mis amigos están con ellos sin saberlo.

Se sientan,

los rostros de seducción ahogados

en cualquier cosa que no haga falta

pero que sea suficiente para olvidar que existen.


En algún momento, todos nos cancelamos. 

(No hay culpa.) 

Hace falta perderse, 

invitarte a un café,

escuchar de cerca sin abandonar la orilla, 

casi como la estática.


Pero adentrarse, sin ganas de uno.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Prostibulo...

Y ESQUILMANDO TUS PECHO ME DI CUENTA QUE YA HABIA PASADO OTRO NOMADA POR TU CUERPO... Y ENTONCES LLORE Y ME ENCONTRE CORTANDOME CON LAS ARISTAS FILOSAS DE LAS BOTELLAS ROTAS EN AQUEL PROSTIBULO DE MALA MUERTE, DONDE POR PRIMERA VEZ TE BESE Y ME LLEVASTE AL INFIERNO...

Usted ha recibido un mensaje

Ante la posibilidad

cualquier respuesta le es suficiente,


(cualquier cosa.)


Solía compadecerme

de su desgracia,

la petición de cualquier boca,

lo que mal no vendría

por las veces que no se tiene.


Hable usted.

"Preferiría tratarnos de tú."


La confianza se marcha entre alusiones a lo que acaba sacándole filo a las caricias.


Te ves en mí

ante la cercanía de esta, tu mano,

la boca,

la boca. . .


(Que otros ya lo habrán dicho

con una belleza mucho más masticable,


digerible lo que reste.)


Entonces, respondía:


"Ante lo condicional de nuestras ambiciones

habremos siempre llegado

demasiado tarde."